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[personal profile] purplepinkskies
mini vibe check:
  • now playing: folklore by Taylor Swift
  • now reading: Bright Young Women by Jessica Knoll
  • now watching: still Slam Dunk lol. i am slow but i love it!
  • what's on my mind: i'm happy to reconnect with old friends and excited about my future plans. hopefully i get to share that with you all here soon.
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For as long as I can remember, I’ve been a serial recommender. A fangirl ever since I could gush about Pokemon and later High School Musical. Most of my friendships started off around things me and the other person irrationally loved too much. It was always a marvel to meet people who matched my enthusiasm. I am the definition of the meme “I can never like things casually. My life always gets sucked into them.” I constantly think about the things I enjoy. Even now, as I’ve grown up, I engage with them even more intensely, for I’ve become more critical and hungrier for good storytelling. Whenever I read or watch or listen to something new, I try to put into words why I like it, what’s good about it. It does sound a bit obsessive, but it usually never grows beyond a 15-minute thought spiral.

So now, after watching this video from one of my favourite channels, I can’t help but shove into yalls faces what’s probably my favourite medium for storytelling. Bilingual entry incoming, just so you know :)




Voy a robar la introducción del video de Beyond Ghibli, porque es maravillosa. La traduzco con mucho amor:
“Violento. Depravado. Tierno. Bizarro.

El vocabulario con el que contábamos al cambio del milenio para hablar sobre animé era limitado. Estas caricaturas, que se promocionaron casi exclusivamente como japonesas y raras, se desbordaban de una extrañeza única; y usarían esta década para marchar fervorosas hacia el oeste. Un oeste que se hallaba sediento de ellas, y que a la vez, no estaba listo.

[…]

Sin embargo, para todo fan de la animación japonesa, anterior o posterior a ese cambio de milenio, el recuerdo más vívido que tenemos es, seguramente, uno que todos compartimos y que a su vez es único: el momento exacto que nos hizo sentar erguidos, prestar atención, y preguntarle a nadie en especial ¿Qué es esto?

Este es uno de esos momentos.”

Llorando. Verde de envidia. Mi traducción es mi mejor esfuerzo pero por favor si pueden vean el video.

A veces me acuerdo, de repente, sin ningún tipo de razón, que hay gente que no ve animación de ningún tipo, que la encajona sin ningún cuestionamiento como algo infantil, de menos calidad. Que encima, no ve animé animé, el japonés, al que le dicen raro y que tiene tan terrible reputación. Siempre me dio la peor espina esa gente. Ahora soy un poquito menos prejuiciosa, apenas menos dramática, y orgullosa de ser relativamente pretenciosa. Y aún así no se me pasa. Ni siquiera es una cuestión de gustos. De verdad pienso que se pierden de algunas de las mejores narrativas de la historia de la galaxia, y me dan unas ganas irracionales e imparables, casi rabiosas, de decir. Acá. Tomá. Mirate este y contame.

Beyond Ghibli es un canal que hace crítica de animé elocuente y cautivante, siempre con una sobriedad y detalle que —en mi opinión— cruzan la pantalla y me hacen saber con seguridad que detrás de cada video hay una persona que conecta, respeta y ama el medio de una forma profunda y personal.

En su video, habla con lujo de detalles de esas tres obras que lo marcaron, y yo le quiero copiar, porque amo hablar de las cosas que me gustan y hacer reseñas es mi ejercicio mental favorito (por qué será) Algunas tramas son más fáciles de explicar que otras, así que estas mini reseñas son más una explosión de mis sentimientos que una recomendación. Cuando las tenga más frescas en la memoria prometo reseñarlas en serio.

Sin más preámbulo, mi lista de 3 obras + 1.



 

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1. Ouran High School Host Club

Este es obviamente el primero. Soy muy feliz de saber que hoy se tiene a este animé en tan alta estima y prestigio (like for real), que se considera que ha roto muchísimas barreras a la hora de llegar a occidente, y que sus interpretaciones cambian y aumentan y que la gente lo ama tanto como yo. Y eso es solo el animé. No conozco mucha gente que haya leído el manga, pero las tres personas que lo leyeron lo adoran tanto como yo. Podemos hablar de los personajes y de los detalles por días enteros.

Y es que Ouran es una historia sobre las personas, y es algo que siempre voy a recordar y que siempre que lo pienso me pone la piel de gallina. Es una historia que parodia uno de los subgéneros más ridículos del animé, con un cast que se la pasa haciendo estupideces y que te hace llorar de la risa, y que te recuerda todo el tiempo que una persona puede cambiar la vida de otra. Tiene un romance que siempre voy a llevar conmigo y un manejo de la tensión y el alivio cómico casi inigualable. Algún día voy a hacer una reseña de verdad de Ouran, cuando lo lea todo de nuevo y marque todos esos momentos de la serie cuando todo lo que hacen los personajes es decirse la verdad y crecer juntos.



2. Haikyuu!!

Si me conocen, probablemente ya sepan que me gusta Haikyuu!! y que me gusta mucho, y que quisiera que lo vea o lea todo el mundo. El animé de vóley. Así lo conocen y así le digo siempre porque otras variantes son muy largas. Cuando empecé la serie me enganchó porque es emocionante. Es divertida y te enamorás rápido de todo el cast, en especial del protagonista. La serie te hace querer jugar al vóley. Terminás sufriendo y saltando de emoción a la par de todos los personajes. Es una experiencia súper positiva, lo que sin duda le otorgó gran parte de todo el éxito que tiene.

Pero a medida que pasan los capítulos o episodios, es imposible no sentir más. En Haikyuu, los equipos rivales son igual de adorados que los protagonistas y el vóley es una constante que deja de ser sobre ganar y perder y se convierte en el lugar donde Hinata se encuentra a sí mismo. Saltar más y más alto se transforma en un paso ínfimo en el camino lleno de obstáculos que Hinata tiene que sortear.

La pasión es uno de los puntos centrales de la historia, pero no la que se caracteriza por el impulso o el poder, sino esa que nunca desaparece, esa que solo puede crecer con cuidado, confianza y ayuda. La filosofía de Haikyuu está arraigada en los pequeños pasos que hay dar antes de ser capaz de volar; en los exámenes para los que no te preparás y en las fiebres que no podés evitar, no importa lo mucho que te duela.

Uno de mis géneros favoritos es el coming-of-age, o en español, las historias sobre volverse adulto. Suelen ser sobre perder una porción de inocencia o ingenuidad para volverte parte del mundo real, del mundo de los grandes. Hinata nunca va a ser alto, siempre va a estar en desventaja en la cancha. Crece como nadie cuando decide que va a hacer todo lo que pueda para superar su limitación. Siempre hay un pedacito de mi corazón que se rompe con estas historias, porque madurar suele estar atravesado por ese dolor del que no te olvidás nunca. Aún así, Haikyuu es tan diligente y dulce con su lector, que ese dolor pasa y ni te das cuenta.

Y eso es solo con Hinata. Hay montones de personajes con arcos inolvidables que te emocionan al mismo nivel; hay discusiones sobre el talento innato VS. la práctica y el perfeccionamiento (como no pueden faltar en el spokon); hay un personaje que encarna como “estar bien” no es algo a lo que se llega, sino algo por lo que trabajar todos los días; y hay, en cada página, en cada minuto, un mensaje que predica que el entusiasmo y el amar lo que uno hace no tienen que serlo todo en nuestras vidas, pero pueden serlo si así lo queremos.

Siempre me quedo cortísima cuando hablo de Haikyuu. Es una de las series que me hizo volver a amar escribir y la creación de personajes y mundos. Una serie cuyo valor artístico y sutileza renovó la narrativa para mí. Me alegra que haya tantos videos analizando la serie y a los personajes. Dejo algunos tweets que me llegan al corazón cada vez que los encuentro entre mis favoritos y un video ensayo que trata de Haikyuu siendo una alegoría accidental de la discapacidad. Hay contenido excelente por todos lados gracias a esta serie.



great stuff about haikyuu!!
some tweets:




great video essay:






3. Fullmetal Alchemist: Brotherhood

Este es el único manga de los tres que no me devoré. Es una de mis deudas más antiguas, porque si el animé es perfecto y fiel al manga, no me imagino lo que es la obra original.

Siempre que intento hablar de Fullmetal empiezo con no hay mucho que decir, si es perfecto. Todo en Fullmetal es perfecto. Y no estoy exagerando. Pero voy a tratar de ponerlo en palabras.

Cada vez que intenté recomendar esta serie a gente que no veía animé, reaccionaban como si fuera la cosa más extraña que hubieran escuchado en sus vidas. ¿Una serie sobre alquimia? ¿Dos hermanos que pierden sus cuerpos tratando de revivir a su mamá? ¿Hay una guerra? Me miraban como si hablara otro idioma. Era divertido y triste al mismo tiempo. Adolescentes descubren las historias de fantasía.

Creo que la pregunta existencial al centro de Fullmetal interpela a las audiencias desde ángulos distintos. Los dos hermanos que pierden a su mamá tienen que pagar un precio por romper leyes fundamentales al intentar recuperarla con alquimia. Este es solo el incidente que desencadena todo, que los suelta en el medio de una guerra sin fin para intentar volver en el tiempo, a ese momento cuando sus vidas fueron normales.

A lo largo de todos los episodios, la gran pregunta gira en torno sobre quién decide quién merece vivir y quién no (“Merecer / qué pequeña palabra tan triste”, dice Franny Choi en uno de mis poemas favoritos, y cuánta razón tiene) Todos los personajes tienen algo que salvar, algo por lo que morirían sin dudarlo. Todos han sufrido las consecuencias de los sistemas que los manipulan y torturan, todos se preguntan por qué y solo quieren una respuesta que les dé algo de paz.

Explicada de esa forma, es una premisa hasta sencilla, común y corriente. Lo que sin duda eleva a Fullmetal es su precisión clínica a la hora de responder las preguntas de la trama, la elegancia con la que se atan los cabos sueltos a lo largo de la historia, la brutalidad con la que se tratan todos los picos emocionales, los montones de personajes increíbles. Daría un montón de cosas por poder verla de nuevo por primera vez.

Aún así, como siempre, lo que más me gusta a mí son las relaciones entre los personajes: la de los dos hermanos protagonistas, el romance de los dos principales, las amistades que generan a lo largo del viaje — lo mucho que Edward y Alphonse se desarrollan mientras más gente conocen y aman es el detalle que está para complacerme específicamente a mí.



+1. One Piece

Esta es como una mención honorable solo por no estar terminada, pero obviamente es una de esas obras que me cambió la vida. No creo que haya llorado y reído tanto como con One Piece, y no solo por ser estúpidamente larga, sino que es inevitable cuando te ves tan involucrada con lo que está pasando en pantalla.

No voy a detenerme con mucha más explicación para esta. Es icónica en todo sentido. By now, if you're not watching it, it's your loss, genuinely.


 

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I love anime. The more I think about it, the more I nod to myself thinking that yes, this is my favourite storytelling medium. There’s something about the careful crafting of each aspect of a good anime/manga story that I haven’t seen anywhere else. Maybe it’s because of how the art breathes volumes into them, turning them into something even more special. Maybe the Japanese are just better at this? Who knows. I just know that I’m forever thankful that my sister got me into it.

please give me recs, or otherwise just tell me if you love these three works as much as I do!!


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